Este restaurante enclavado a pie de la carretera N-340, en la pedanía de El Colorado, perteneciente al municipio de Conil de la Frontera. Melchor aún conserva el nombre de “venta”, que le hace característico.
Las ventas son muy típicas en la provincia de Cádiz, generalmente situadas en carreteras. A lo largo de su historia, las ventas han ofrecido servicios de comida y hospedaje a los viajeros.
Joaquina y Melchor crearon en 1.960 la Venta Melchor para alivio y descanso de los viajeros que circulaban por la carretera nacional. Se caracteriza por su comida casera tradicional y familiar, siempre ligada a los platos de cuchara, con verduras, carne y pescado fresco de la zona.
Además, el restaurante tiene como lema “una olla de verdades”, como forma de afirmar que todos sus platos se elaboran con los mejores ingredientes.
Actualmente, Venta Melchor se ha convertido en un restaurante de referencia en la provincia de Cádiz. Su interior sorprende por su decoración en blanco y cuidado de todos los detalles.
Entrando de lleno en su carta, de sus entradas destacamos la sardina marinada sobre fondo de salmorejo, la ensalada de faisán y hortalizas en escabeche, el paté de perdiz de monte con confitura de puerros y los buñuelos de carabineros y camarones de estero. Sin olvidar, el embutido casero de huevas, gambas y calamares con alioli en su tinta.
Hay un capítulo específico dedicado al atún de la almadraba, como no podía ser de otra manera. Destaca su tartar, no os voy a descubrir su elaboración, será una sorpresa, os va a sorprender, nunca lo había probado de esta forma. Su cocinera Petri Benítez utiliza el atún rojo de la almadraba como ninguna, y crea platos asombrosos, como la quinta sinfonía de atún rojo.
Dispone de sus tradicionales platos de cuchara como los garbanzos de Naveros con rabo de ternera retinta y la berza de judías verdes, calabaza, chicharos y su pringá.
Del mar destacamos los calamares rellenos de marisco y el borriquete de Conil en fritada de tomate casero.
De carne, el rabo de toro de retinto al vino tinto, la carrillada de ternera de la Janda guisada con boletus, la perdiz de monte encebollada al Pedro Ximénez y el San Jacobo ibérico el tradicional queso de payoyo.
De postre destacamos el mousse de arroz con leche y piñones de la dehesa de Roche, no puedes salir de allí sin probarlos.
Dispone de carta de vinos de la zona, si os gusta el blanco os recomiendo probar la Batalla de la Barrosa, es un Sauvignon Blanc de la Bodega Sanatorio, además, está muy bien de precio.
Al finalizar, os ofrecerán una invitación a uno de sus licores caseros, no dejar de probar el limonchelo y el de regaliz… una pasada, para los amantes este tipo de licores.
Tenía muchas ganas de visitar este restaurante, y la espera ha merecido la pena.
Os recomiendo reservar, solo se puede hacer por Whatsaap, os dejo el teléfono 673 237 274, os gustará.