Piscinas Naturales de Bolonia

2 Ene 2025

Es uno de los mejores secretos de la provincia de Cádiz. Están situadas en la Playa de Bolonia, en el término municipal de Tarifa, en la comarca del Campo de Gibraltar, frente a la ciudad marroquí de Tánger.

La playa de Bolonia está limitada al oeste por punta Camarinal y al este por punta Paloma. Tiene una longitud de 3800 metros y una anchura de 70 metros. Es una de las pocas playas vírgenes que puedes encontrar en el sur de la península.

Además de las Piscinas Naturales, en la playa de Bolonia puedes encontrar la ciudad romana de Baelo Claudia y la famosa Duna de Bolonia. Aunque no son objeto de esta experiencia, a continuación, te las describimos brevemente, ya que puedes aprovechar ese mismo día para visitarlas:

– Ciudad Romana de Baelo Claudia. En excelente estado de conservación. Creada a partir de un asentamiento fenicio. Gran importancia como puerto marítimo. Descubierta en 1917 por un arqueólogo francés. Dispone de centro de visitantes y museo que se pueden visitar todos los días de forma gratuita (cierra los lunes).

– Duna de Bolonia. Declarada monumento natural en 2001. De gran importancia ecológica. Su sistema dunar es móvil e impide de forma natural el establecimiento de especies vegetales, salvo el barrón, que ayuda al mantenimiento de la duna. Las partes más internas se encuentran pobladas de pino piñonero. El continuo avance de la arena provoca la muere de los pinos.

El paisaje de la playa de Bolonia es muy difícil de olvidar, y pasarás un maravilloso día de playa. Debes tener cuidado con el viento de levante, cuando sopla fuerte, es prácticamente imposible permanecer allí, sin embargo, verás que el lugar está lleno de los amantes de los deportes náuticos, fundamentalmente windsurf y el deporte de moda el kitesurf.

Las piscinas naturales están en dirección contraria a la Duna y no tienen pérdida, te las encontrarás, justo en la parte este de la playa. Se trata de un conjunto de piscinas naturales formadas por el agua del mar que queda en las rocas cuando baja la marea. Su difícil acceso es una ventaja para todos aquellos que busquen lugares solitarios, y huyan de la masificación de gente.

Además, en esta zona se encuentran los famosos chorritos de agua natural que junto con la roca de pizarra forma un barro terapéutico con el que la gente suele embadurnarse el cuerpo. Solo debes ir cuando la marea está baja, o esté bajando. Si la marea está llena, las piscinas naturales estarán totalmente cubiertas y no podrás disfrutar de ellas.

Cuando llegues, después de más de una hora de caminata podrás disfrutar de sus aguas cristalinas de las piscinas naturales. No te arrepentirás de haber ido. Merece la pena.

A la vuelta, si has dejado el coche junto al chiringuito la Cabaña, podrás disfrutar del atardecer degustando su famoso pastel de manzana y un zumo natural de frutas, o bien tomando un mojito con música chill out en el chiringuito Sirocco.